Entra Nick Cart... perdon, Jim Wallace
JIM WALLACE: CONDENADO A MUERTE (Nick Carter: Marked for Death, 1933)
Autor: "Nick Carter" (Richard Wormser)
Colección: Hombres Audaces nº131 (Serie Jim Wallace nº1)
Edita: Editorial Molino, Barcelona, 1946
¡Al fin me pongo a reseñar un antiguo pulp de la legendaria colección Hombres Audaces de Editorial Molino (donde salieron las aventuras de personajes tan clásicos como La Sombra, Doc Savage y El Vengador)! Claro, lo que conseguí no fue ninguno de estos, sino el de uno de los menos conocidos y buscados por los coleccionistas (igual les aclaro: ninguno de estos pulps son fáciles de encontrar… y encima menos en el estado impecable que lo hallé y al precio que lo pague… una ganga, vea): las aventuras del detective Jim Wallace.
Que en realidad no son de él, sino de Nick Carter.
¿Cómo es eso?
Sencillo: para el momento que salía este número, el personaje de NIck Carter ya tenía el suficiente éxito para garantizar una línea propia de novelas. Y no habia que confundir a estas con las novelas de este personaje que salía en USA en otra colección que la que reimprimían en la colección original. Así que la solución fue cambiarle el nómbre al personaje. Pero no solo fue un cosmético cambio de nombre, haciendo que donde decía Nick pusieran Jim. La cosa fue más lejos aún: alguien (probablemente el traductor, José Mallorquí, cuyo propio pulp El Coyote no puedo dejar de recomendar como lectura entretenida) le improvisó en esta primera novela un origen. Que lo convierte en un yanqui de origen español que fue la mano derecha del original Nick Carter hasta que este se retiró, convirtiéndole en su sucesor… Me imagino lo que puede pasar si se antera alguno de los investigadores del Wold Newton Universe.
En sí, la novela no es nada del otro mundo. Nick... perdón, Jim va a Boston a investigar la muerte del padre de la novia de un amigo, quien venía desde Venezuela con medio millón de dólares (de ese entonces, que es mucho más que ahora). Al tipo lo habían asesinado y el dinero desaparecido, pero la hija seguía recibiendo amenazas. Súmenle a eso la muerte de una bailarina mexicana de manera súbita y sospechosa y las sospechas de la policía local y tenemos a un Jim Wallace investigando una extraña conspiración criminal mientras es perseguido por la ley.
Tal vez lo que más me asombró fue la despreocupación con que el detective despacha a sus oponentes, sin que se le mueva el pelo, y como le importas tres pepinos hacer cosas que son abiertamente ilegales. Algo que suena creíble en tipos como La Sombra y El Araña, que trabajan de manera misteriosa medio al margen de la ley, peor no en un tipo que es públicamente reconocido por todo el mundo. ¡O sea, el tipo hace por las suyas una autopsia y nadie dice nada! Pero mas allá de eso, la historia es una sucesion de corridas, disparos y peleas sin demasiado que agregar. O sea, un típico pulp de acción, sin nada que lo haga destacable.
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Juan Data -